lunes, 10 de diciembre de 2012

Lygodactylus williamsi, ficha y cuidados (por Gaua)

La naturaleza otorgó a los machos de esta especie el color más increíble que un reptil puede tener. Estas pequeñas joyas de la naturaleza atraen cada vez a más aficionados que buscan un reptil pequeño, diurno, hermoso y fácil de cuidar.
 
Por desgracia, esta atracción ha hecho que la demanda de ejemplares capturados se disparara en la última década, y un estudio reciente demostró que en sólo 5 años (de 2004 a 2009) se había capturado el 15% de su población total. Sumado a la destrucción de su hábitat natural por el hombre, sólo para cazarlo, y el hecho de que sólo habite sobre una única especie de planta concreta en dos bosques de Tanzania, lo ha colocado actualmente como "En peligro crítico" en la lista roja de la IUCN, la misma categoría que el lince ibérico, tan sólo un paso antes de la extinción.
 
No hay mejor ejemplo que éste de que está totalmente en nuestras manos el mantener y criar una población nacida en cautividad, que evite la explotación y captura de una especie ahora en peligro.
Debemos hacer todo lo posible si queremos que las generaciones futuras disfruten de esta increíble belleza azul.
 
Espectacular macho adulto de Lygodactylus williamsi.


1. DESCRIPCIÓN Y CARACTERÍSTICAS.

Como comentábamos antes, se trata de un microendemismo (habita únicamente una región muy pequeña) de los bosques Kimboza (Kimboza Forest) y Ruvu Forest de Tanzania, ¡en menos de 8 km cuadrados en total!, y exclusivamente sobre Pandanus rabaiensis, una especie de árbol parecida a una palmerita de tallo largo, de unos 3 a 8 metros de altura. No habita sobre ninguna otra planta, y sólo sobre las que tienen más de 1 metro de longitud de hojas, usando las axilas para depositar sus huevos. A pesar de lo que puede parecer, era bastante abundante en esa zona, en 2009 se estimó una población total de unos 150.000, un tercio inferior de lo que era originalmente basándose en la literatura anterior a las capturas.
 
Es un gecko diurno de pequeño tamaño, entre 6-8 cm de largo incluyendo la cola, siendo los machos ligeramente mayores que las hembras.
Su nombre común en inglés, "electric blue day gecko", describe perfectamente el rasgo más característico de esta especie: el increíble color azul eléctrico de los machos adultos. El azul puede variar desde un añil intenso hasta el más increíble azul metálico, dependiendo del estado de ánimo. Las hembras y los machos dominados son generalmente verde-cobrizo, verde o verde-azulado.
Cuando duermen, o están estresados, pueden volverse prácticamente negros.

Pareja adulta de Lygodactylus wiliamsi.

Ambos sexos presentan una línea negra que va desde el hocico hasta el final de la cabeza, cruzando el ojo. Sobre ella presentan una línea negra en V en la parte superior de la cabeza. Ambos sexos también presentan gargantas con franjas negras, generalmente más oscuras en los machos, en los que la parte inferior del cuerpo suele ser de color anaranjado intenso. Hasta por debajo son preciosos. En las hembras, también puede ser anaranjado, e incluso algo más amarillento.
 
Los williamsi, por ser Lygodactylus, también presentan una característica típica de este género, que es la punta de la cola prensil. Si nos fijamos con detalle, observaremos que la punta de la cola es ligeramente más ancha y presenta laminillas adhesivas, igual que en la parte inferior de los dedos de las patas.
Estas laminillas adhesivas permiten a los williamsi adherirse a superficies tan lisas como el cristal, incluso en posición invertida. Tampoco tienen problemas al desplazarse en cualquier otro tipo de superficies.
 
Lygodactylus wiliamsi macho que nos muestra la almohadilla adhesiva de la punta de la cola.

 
Lygodactylus wiliamsi hembra joven.
 
Al igual que muchas otras especies de geckos, pueden desprenderse de parte de la cola (que seguirá movíendose sola durante un tiempo) si se encuentran en peligro al ser apresados. No debemos agarrarlos nunca por esa parte del cuerpo, aunque la regeneran sin ningún problema. Prácticamente no habrá diferencia en cuanto a color en la parte superior, a veces se aprecia un cambio en la disposición de las escamas, pero es muy sutil. En la inferior, sin embargo, no suelen mostrar el tono naranja intenso en esa parte regenerada.

Los machos son muy territoriales y no aceptarán a otro macho dominante en su territorio. Es por esto que muchos machos dominados adoptan el color verde característico de las hembras, en un intento por evitar la agresión de los machos azules dominantes.
Un macho puede vivir con una o dos hembras, si éstas se llevan bien entre ellas. También podemos mantenerlos perfectamente solos.
 
 

2. ALOJAMIENTO.

El L. williamsi es uno de los geckos diurnos arborícolas más pequeños, incluso un ejemplar solitario puede vivir perfectamente en un terrario de 20x20x20 cm. Aconsejo, generalmente, un terrario mínimo de 30x30x45 cm para una pareja, ya que aunque son pequeños, se mueven mucho, especialmente cuando interactúan entre ellos. Son uno de los reptiles que más se disfrutan, al ser diurnos y de comportamiento nada tímido.
 
Como sustrato, podemos utilizar fibra de coco, con algunas hojas secas, musgo, etc. Generalmente no pisarán el suelo salvo que vean algún alimento que les guste mucho.
 
Intentaremos que el terrario tenga la suficiente decoración como para que se encuentren a gusto, pero tampoco que no podamos controlarlos ni saber dónde están. He descubierto que les gustan las plantas que recuerdan a sus palmeritas natales, como las drácenas (los míos las usan para dormir normalmente, cabeza abajo), también pueden servirnos bromelias, y todo tipo de ficus pumila y plantas tapizantes similares para completar el terrario.
 
Sobre todo indispensable un bambú, lámina de corcho o tronco atravesado en horizontal cerca del techo, justo bajo el punto de asolación. Ahí es donde pasarán el 90% del día, paseando de aquí para allá, les gusta estar en el punto más alto.
El bambú es más fácil de limpiar de restos de excrementos que las cortezas.
 
Las drácenas gustan bastante a los williamsi, especialmente para dormir, aunque muchos prefieren hacerlo en los cristales.

De hecho, la marca Exoterra comercializa una planta artificial  "Pandanus", que en teoría simula la planta natural sobre la que viven. Es una planta de hojas resistentes con un pequeño vasito interior en la axila, que es en teoría donde normalmente desovan.

Son geckos muy pequeños y el terrario debe estar preparado a prueba de fugas. Cuidado con los Exoterra, que tienen varios sitios por donde se pueden escapar (especialmente en la parte trasera). Hay que sellarlos adecuadamente para evitar fugas accidentales.
 

 
 
En cuanto a la temperatura, se recomienda sobre 26ºC, con un punto de asolamiento a mayor temperatura, unos 32-34ºC. Pueden tolerar perfectamente una temperatura nocturna hasta 22ºC. En su hábitat natural no hay grandes variaciones de temperatura, sí una temporada seca de Junio a Agosto ligeramente más seca y fría (24ºC de media). Podemos aprovechar nuestro invierno para recrearlo de forma similar.
 
En nuestro caso, si la temperatura en nuestra casa no desciende por debajo de los 20ºC, podemos mantenerlos simplemente con una bombilla compacta tipo Exoterra Reptiglo 5.0 de 26W. Dará suficiente calor y UV para un terrario de 30x30x45 cm. Los propios geckos autorregularán su temperatura desplazándose por el terrario.
Si la temperatura en invierno es demasiado fría, podemos colocar un cable calefactor bajo el sustrato, de forma similar a lo comentado en el artículo "Construcción de un terrario para dendrobates". O una manta calefactora en un lateral.
 
 
La humedad debe mantenerse entre el 70-80%, para ello muchas veces basta con una buena capa de sustrato de fibra de coco húmeda, que irá evaporando humedad con el calor.
Estos pequeños geckos suelen lamer las gotas de lluvia, así que si no contamos con un sistema de lluvia, es aconsejable pulverizar el terrario al menos una o dos veces al día para que beban.
Es posible también que beban de pequeños recipientes de agua, mas normalmente prefieren lamer las gotas. Yo no les suelo poner recipientes de agua y confío en un sistema de lluvia con drenaje, aunque como hemos dicho, no es indispensable.
 

 
3. ALIMENTACIÓN.

Igual que muchos geckos diurnos del género Phelsuma, los Lygodactylus no sólo cazan pequeñas presas vivas, sino que también aceptan con gusto néctares dulces de flores y jugos de frutas.

Como alimento vivo, podemos ofrecer Drosophila hydei, les llama bastante al moverse y especialmente para ejemplares recién introducidos en el terrario, suele ser una presa bastante atractiva. Aunque normalmente, al pasar el tiempo, desarrollan gustos por otro tipo de presas más llamativas.
Pueden comer sin problema y de un tamaño adecuado a su pequeña boca, grillos pequeños, polillas de los cereales, pequeños gusanos de miel (les encantan), mini cucarachas, pececillos de plata, colémbolos grandes, cochinillas, etc.
 
Las drosofilas se las podemos soltar por el terrario, pero otro tipo de presas es mejor disponerlas en un pequeño taper o recipiente de plástico y acostumbrar a los geckos a que coman de él. Este vaso o recipiente de plástico, podemos colgarlo con ganchos adhesivos, siendo así fácil de retirar y colocar. Pondremos ahí las presas que no trepen (por ejemplo grillos) y serán los propios geckos los que bajarán por las paredes del recipiente para servirse ellos mismos.

Presas como los gusanos de la miel, que son capaces de trepar por superficies lisas, podemos dárselas con pinzas (al igual que otras presas) y suelen tomarlas muy bien. Se les puede acostumbrar fácilmente a aceptar presas de pinza y enseguida acudirán en cuanto nos vean.

Debemos enriquecer sus presas vivas con calcio, minerales y vitaminas. Ya que los requerimientos de calcio son mayores que los de otros minerales y vitaminas, podemos mezclar 2 o 3 partes de calcio en polvo (sin D3) por 1 de vitaminas y minerales (por ejemplo, Reptivite) y utilizar esta mezcla para espolvorear sus presas. Si no, espolvorearemos tres veces por semana dos de sus presas con calcio y una vez por semana con las vitaminas-minerales. Basta alimentarlos tres veces por semana a los adultos, a los juveniles, alguna presa pequeña a diario.

En cuanto a las frutas, podemos ofrecerles purés de fruta dulces (no cítricas), especialmente les gusta el plátano, el melocotón y la papaya, teniendo cuidado de que no abusar, ya que pueden preferir eso a otro tipo de alimentos y sufrir descalcificación. Simplemente una gotita colocada en su bambú y disfrutarán un rato.
 

L. williamsi macho lamiendo potito de frutas. Foto de Gaua.

Existen también hoy en día alimentos comerciales completos para geckos diurnos, lo cual es una gran ventaja a la hora de mantener estos animales con respecto a otras especies de reptiles. El más conocido es el DayGecko Food de Zoomed, es un alimento seco en polvo, de olor dulzón y sabor a frutas, que incluye todas las proteínas, hidratos de carbono, lípidos, oligoelementos, vitaminas y minerales que los geckos necesitan, incluyendo el calcio. Se usa directamente, sin mezclar con agua.
 
El modo de administrarlo las primeras veces, es colocar una pizquita del polvo sobre alguna superficie lisa (por ejemplo, el bambú) y especialmente si colocamos la pizca del polvo sobre el potito de frutas. Después de acostumbrarles a lamer el polvo seco, colocaremos una tapita o pequeño recipiente con un poco del Day Gecko Food y lo renovaremos cada varios días o cuando se estropee. A algunas especies les gusta más que a otras, pero generalmente lo toman todos bien. Como pequeños recipientes podemos ser muy ingeniosos y utilizar golosineros de plástico para pájaros o bien el envase de un carrete de fotos cortado por la mitad y con un agujero para colgarlo.

Podemos irnos unos días de vacaciones sabiendo que nuestros pequeños estarán bien alimentados.


Otro alimento nuevo completo para geckos diurnos, que se administra en forma de papilla líquida, es el Day Gecko MRP, de Repashy Superfoods. Es una mezcla completa, con ingredientes de mejor calidad que el producto de Zoomed, viene en forma de polvo y se mezcla con agua. Lo podemos utilizar sustituyendo sin problemas a todo potito de frutas, y también como alimento único.

Podemos colocarlo en un pequeño recipiente unas tres veces por semana. Hay que desechar a los dos días, ya que se estropea.


 
Podemos basar su dieta en alguno de estos dos productos, y complementar con alimento vivo de vez en cuando. Disfrutan también mucho cazando este tipo de presas. Una dieta variada es lo mejor para mantenerlos sanos y activos.

 

4. REPRODUCCIÓN.
 
Al igual que muchas especies de Lygodactylus, los williamsi tienen librea sexual, es decir, se diferencian externamente por sus colores los machos de las hembras.

Todos los ejemplares juveniles toman el color verdoso de las hembras, y no sólo eso, los machos dominados también mantienen este color verdoso (que puede permanecer durante incluso varios meses, aunque lo hayamos separado del dominante), así que nunca debemos comprar un williamsi adulto fiándonos únicamente de su color (a no ser que queramos un macho azul dominante en los que es evidente su color azul).

Macho y hembra adultos se diferencian fácilmente por su coloración.

Para sexar Lygodactylus williamsi adultos sin llevarnos a error, hay que observar los poros femorales. En las hembras podemos observar una hilera de pequeños poros en forma de V, pero en los machos adultos, en esta hilera de poros, se observan claramente 6-8 poros redondos, mucho más grandes, llenos de una sustancia cerosa, que es más visible cuanto más adulto sea el ejemplar.
También es posible apreciar un ligero abultamiento en la base de la cola, donde se alojan los hemipenes.


L. williamsi macho. Suelen tener de 6 a 9 poros femorales bien visibles.


L. williamsi hembra.

 
Ahora os muestro un buen ejemplo de que no debemos sexar a los williamsi por su coloración. Observad a esta preciosa hembra verde que vivía en un trío junto a otra hembra y un macho.





Pues resulta que si le miramos los poros femorales .... no es una hembra, sino un macho. Efectivamente, era un macho dominado que vivía de esa forma camuflado a salvo de la agresión del macho dominante.

Al contrario de lo que se puede creer, no cambia instantáneamente de color al estar ya él solo en un terrario, sino que tarda varios meses. El cambio de color a azul es muy lento y puede durar dos o tres meses.
 
Poros femorales típicos de un macho de williamsi.


Comportamiento reproductivo.

Los machos eligen a sus compañeras por su aspecto visual y determinan su disponibilidad a aparearse mediante un cortejo ritualizado en el que desempeñan un papel importante las feromonas (u hormonas sexuales).

Un gesto típico de intimidación suele ser el despliegue de la garganta, sumado a una elevación del cuerpo y un bailoteo rápido y rítmico subiendo y bajando la parte delantera o la cabeza. Esto no siempre supone agresión, es un modo de comunicarse diciendo "eh, aquí estoy yo, éste es mi territorio, a ver qué pasa", si lo que detecta seguidamente es una hembra receptiva, ahí termina el despliegue de exhibición. Si se trata de otro macho, seguramente el intruso salga corriendo disparado, evitando la confrontación.
 
Despliegue de exhibición de un macho de williamsi para intimidar a otro macho joven.

En este video se observa cómo un macho de L. williamsi intenta llamar la atención de su compañera mostrando su mejor colorido y cómo se lamen mutuamente para percibir su estado y condición sexual.
 

 

Una vez la hembra receptiva acepta al macho, él se le suele aproximar por detrás o frontalmente, ondulando la cola y luciendo su coloración más vistosa.

Durante la cópula que dura apenas pocos minutos, le introduce uno de los dos hemipenes en la cloaca, y a veces le muerde en la piel del cuello mientras la sujeta con fuerza con las patas. Después se lame de forma higiénica el hemipene utilizado.



Pareja de Lygodactylus williamsi apareándose.

De dos a tres semanas después de la cópula, la hembra realizará la puesta. Es muy notable el abdomen prominente de las hembras grávidas, especialmente cuando estan a punto de desovar.

Ponen de 1 a 2 huevos enormes para su tamaño (unos 5-6 mm), casi siempre pegados a alguna superficie, lo cual dificulta su extracción (a diferencia de otras especies de Lygodactylus, que simplemente los colocan en cualquier escondrijo, unidos ambos huevos entre sí). No intentes despegar un huevo del cristal, lo romperás seguro, son extremadamente frágiles y están muy bien adheridos.



Lo ideal sería proporcionarles algún refugio en el que pudiéramos retirar fácilmente la puesta, algunos criadores utilizan bambús huecos forrados con papel encerado para hornear, otros simples tubos de plástico, etc. De todas formas, igual que la mayoría de geckos diurnos, las hembras de williamsi son muy especiales y normalmente una vez han elegido un sitio, rara vez querrán otro diferente.

Los huevos en el cristal se pueden proteger con un pequeño vasito agujereado y pegado al cristal. Si dejamos que eclosionen en el terrario de sus padres, inevitablemente se los comerán.
Tras la puesta, el macho comienza a estar de nuevo interesado por la hembra, normalmente incluso el mismo día o al siguiente intenta aparearse con ella de nuevo.

La temperatura de incubación recomendada es sobre 26-27ºC, pero teniendo en cuenta que muchas veces  no podremos retirar los huevos del terrario, se incubarán ellos solos a la temperatura del terrario, que sin problemas puede oscilar entre 25 y 30ºC, incluso una bajada de temperatura nocturna es recomendable, se ha visto que las crías nacen más vigorosas. La incubación suele durar unos 65 días, aunque se han mencionado casos de hasta 90 días. Los geckitos recién nacidos son minúsculos, apenas 20 mm de longitud total. Es normal que nazcan con la cola levemente ondulada, ya que hay poco espacio en el huevo y ésta es muy larga. Según pasan las semanas y se va calcificando correctamente desaparecerá la ondulación. Los ojos son enormes en comparación con el tamaño del cuerpo, y aunque estas minúsculas crías nos parezcan frágiles, son capaces de correr a gran velocidad, y dar grandes saltos. Hay que tener cuidado al pasarlos al terrario de guardería o de cría, porque se nos pueden escapar muy fácilmente. Nada más romper el huevo, son capaces de salir disparados sin ningún problema.

Observad en este video de Youtube de MrJaz954 la eclosión de dos huevos, y lo ágiles que son las crías recién nacidas.




En la experiencia que yo he tenido, los padres devoraron a las crías nacidas en el terrario, así que es preferible pasarlas a otro terrario de cría. Hay gente que prefiere ponerlas en un taper con papel de cocina como sustrato, yo finalmente me he decido por hacer un terrario un poco menor que el de sus padres, decorado simplemente con un fondo de espuma de poliuretano y fibra de coco, más algún tronco de bambú o corteza de corcho. Y que vivan a su suerte.

Observa el minúsculo tamaño de un recién eclosionado (28 mm), con apenas 1 minuto fuera del huevo. Aún así, es una perfecta y ágil réplica de los adultos.

Los dos primeros días no se alimentan, ya que tienen la reserva del saco vitelino. A partir de ahí y durante la primera semana los podemos alimentar con colémbolos, el alimento más adecuado para estas minúsculas crías, pero a partir de ahí ya son capaces de cazar también drosófila melanogaster sin alas, y una vez se acostumbran a ellas, son excelentes cazadores que crecen rápido con esta dieta. Se les puede añadir un poco de DayGecko food en polvo sobre alguna superficie, enseguida aprenderán a lamerlo. Cuidado con los potitos a esta edad, ya que algunos criadores me han comentado que se les quedaban pegadas las patas y o bien morían pegados, o se les inutilizaban las almohadillas y no podían desplazarse. Es mejor esperar a que sean mayores para iniciar este tipo de alimento.
Después, según van creciendo, podemos pasar a Drosophila hydei, microgrillos, mini gusanos de la miel, polillas de los cereales, etc.

No crecen tan rápido como otros geckos, seguramente porque su tamaño de adulto ya es pequeño de por sí y nacen relativamente grandes. En unos 3-4 meses ya habrán alcanzado el 90% de su longitud total. Yo he consiguido sexar machos a los 3 meses de edad, con buen ojo, se empiezan a notar los poros femorales, pero normalmente, se suele esperar más tiempo para asegurarse.


Espero que esta pequeña guía os ayude a mantenerlos y a proporcionarles el hábitat que necesitan para estar a gusto y reproducirse. No quería despedirme sin mencionar antes una cosa importante.



LYGODACTYLUS WILLIAMSI: EN PELIGRO CRÍTICO.

NUNCA, y repito NUNCA, compréis un L. williamsi capturado. Hay animales de captura que se pueden adaptar más o menos bien, pero el williamsi no es uno de ellos. En las importaciones masivas tan de moda en los últimos años han muerto a miles (lo sé de primera mano por importadores) antes y después de llegar a manos de los aficionados. Además de venir repletos de ácaros externos, su flora propia de parásitos internos salvajes se desequilibra totalmente con el estrés, y sumado a su extrema delgadez propia de animales que llevan tiempo sin comer, da como resultado lo inevitable: la muerte irremediable en pocas semanas tras llegar a nuestras manos (los que llegan aún vivos). Yo, sin conocerlo, compré dos capturados hace años y "de regalo" venían tres ejemplares más, de los que podéis imaginar el estado. Todos (salvo un macho) murieron en cosa de días o una semana, arrasados por parásitos internos (y se les trató contra los externos, que venían llenos), y eso a pesar de que comían perfectamente desde el primer día (desesperados al ver la comida, en esto no hubo problema), pero al siguiente, muertos. Y por desgracia, esto no es una excepción, sino la norma.
Quizás pienses que por la mitad de precio puedes comprarte unos capturados, o arriesgarte cogiendo varios, pero no harás sino tirar el dinero y encima, no tendrás nada.

Los williamsi nacidos en cautividad están perfectamente adaptados al cautiverio desde su primer día de vida, no tienen ácaros externos, están bien cuidados y alimentados y no han sufrido el estrés de la captura, del transporte y de aparecer en un lugar totalmente desconocido para ellos. Los nacidos en cautividad que tengo han venido perfectos y no me han dado ningún problema.


Lygodactylus williamsi nacido en cautividad.


Las capturas masivas no sólo son una desgracia para los aficionados, por el estado en el que llegan y su mala adaptación, sino para la propia especie, ya que como comentábamos al principio del artículo, sólamente por causa de las capturas para el comercio de mascotas, se perdió en muy pocos años el 15% de esta población endémica de un minúsculo hábitat.
En la mayoría de los casos, la causa de que una especie común en la terrariofilia acabe siendo considerada "En peligro crítico" no suele ser directamente la captura para el comercio, sino la destrucción de su hábitat por otros intereses. Sin embargo, en el caso de los williamsi esto no ha sido así, y es una absoluta y vergonzosa desgracia.

También se ven en parte amenazados por la destrucción de sus únicos árboles que habitan, los Pandanus, debido a las minas de piedra caliza y la deforestación.
Pero el hecho más grave, es que para capturarlos para el comercio, se talaron gran cantidad de sus Pandanus (ya que las copas de hojas están a varios metros del suelo), para cogerlos fácilmente de las copas ya caídas en el suelo. Un desastre por todos lados, ya que los Pandanus sobre los que habitan son únicamente los más grandes y desarrollados, de hojas de más de un metro, se tardan años en que sean aptos para ellos.

A pesar de que Kimboza y Ruvu Forest son reservas y en teoría no se permite la recolección de ningún animal, lo "increíble" del asunto es que las autoridades de Tanzania no tienen registrada la captura o exportación de esta especie. Esto se debe a que por lo visto se capturan ilegalmente y exportan bajo otros nombres, como L. capensis, impidiendo el control y el número de los ejemplares capturados, llegando en grandes cantidades a Europa, según se menciona en el artículo publicado en la revista Salamandra.

La captura de los L. williamsi comenzó hace tan poco tiempo como en diciembre de 2004, y eran apresados por recolectores locales, que los acumulaban hasta que alcanzaban la cantidad requerida por el importador y luego eran enviados. Se sabe que gran cantidad de ellos morían en el transporte, pero no hay datos concretos. 

Os recomiendo que leáis este artículo publicado en la revista Salamandra (en inglés), en el que se menciona la crítica situación de esta especie, además de fotografías de su hábitat y la destrucción de sus Pandanus.
El título del artículo es espeluznante pero tristemente descriptivo:
Watching extinction happen: the dramatic population decline of the critically endangered Tanzanian Turquoise Dwarf Gecko, Lygodactylus williamsi. Morris Flecks, Frank Weinsheimer, Wolfgang Böhme, Jumapili Chenga, Stefan Lötters & Dennis Rödder.
"Viendo ocurrir la extinción: el dramático descenso de la población del críticamente amenazado gecko turquesa enano de Tanzania, Lygodactylus williamsi".

Aún así, todavía no se han tomado medidas especiales de protección para ellos. Tan grave es su situación, que en marzo del 2012, se sugirió que fueran listados en CITES, bien en el Apéndice I o en el II.
Ahora mismo están considerados en la lista roja de la IUCN como "En peligro crítico"; para que os hagáis una idea, el oso panda está considerado sólo "En peligro", y el amenazadísimo Lygodactylus williamsi comparte su categoría con el lince ibérico y los lagartos gigantes de La Gomera y El Hierro.

No hay williamsis salvajes en ninguna otra parte del mundo. Es una maravilla de la naturaleza que vive en su pequeño bosque, donde debería seguir prosperando en el futuro y que no se extinga por la acción del hombre.
Que no sea por culpa de los aficionados que seamos también causa de su declive. Tenemos que fomentar y demandar la cría en cautividad (de esta especie y otras), que es perfectamente posible, y cada vez hay más ejemplares en manos de los aficionados.

Ojalá para siempre se pueda disfrutar de esta increíble belleza azul en su microhábitat, y no sólo recordarlos en fotos.



BIBLIOGRAFÍA.

http://www.iucnredlist.org/details/14665363/0

http://dwarfgeckos.com/Lygodactylus/Lygodactylus_williamsi/Lygodactylus_williamsi.html
 

7 comentarios:

kido dijo...

me encantan, es mas ahora mismo tengo una cria que no se si es macho o hembra, supongo que es muy pronto, aunque es verde, pero supongo que ttodos nacen verdes jaja, otra cosa, de donde los sacais? porque me esta costando mucho encontrar adultos

juan cano dijo...

Hola a todos. a ver si alguien me sabe ayudar. tenia una pareja de lygodactylus williamsi (la hermbra se me murio hace ya dos meses, despues de tenerla mas de un año). He estado sacando crias pero hasta ahora se me han muerto todas de la misma manera: le empiezan a dar unos espasmos en las patas cada cierto tiempo, acaban abriendo la boca como si sufriesen, y se mueren. a la madre le paso lo mismo. Ahora tengo una cria mas y una que esta por nacer. los tengo en mini terrarios dentro del terrario de los padres. temperatura controlada, humedad controlada, terrario limpio, calcio vitaminas, uvb, en fin, todo controlado. pero siempre acaba igual. no se q mas hacer para que salgan adelante las crias, el padre esta perfecto. no encuentro nada en internet sobre los espasmos en las patas de las crias de williamsi. AYUDA. gracias a todos.

Unknown dijo...

Hola, puede que sea una carencia de vitaminas del tipo B. Empiezan fallandoles los cuartos traseros en estos casos y acaban arratrandose y muriendo. Prueba a darles vitaminas de buena calidad y siempre que les des que sea nueva la que vayas a usar. Yo cambio el bote de vitaminas cada seis meses porque se degradan una vez empezadas, sobretodo si no se guarda en nevera.

Saludos.

Cano dijo...

Se murió la otra cria que tenia. De la misma manera que las anteriores. El bote de vitaminas tienedos meses, aun asi probaré a cambiarlo. Solo queda una que esta por nacer, nacera pronto. A esta voy a dejarla que viva a su suerte en el terrario del padre, el padre esta muy bien alimentado y no muestra interes x las crias, a ver si asi sale adelante. Las crias al nacer ya comen incluso melanogaster, son pequenas cazadoras. Muchas gracias x tu respuesta jordi, a ver si alguien mas se anima a responder. Saludos

Nacho Ramos dijo...

Hola,éstos pequeños geckos ,por su pequeño tamaño se "apagan" enseguida y es muy dificil su tratamiento...por lo que debes prevenir....en cualquier caso en reptiles la parálisis del tercio posterior tiene tres etiologias posibles:
1.Lesion medular (no es tu caso por ser varios).
2.Deficiencia vit B.
3. y la omnipresente Enfermedad Osea metabolica....es decir en L williamsi manifestado con deficiencia de Vitamina D3,LUZ uvb Y CALCIO....LE HA PASADO A ANIMALES EN CRECIMIENTO Y HEMBRA ponedora....
Te hago la consulta gratis...je,je

Anónimo dijo...

Hola, a ver si alguien me pudiese ayudar, tengo un trio de estos preciosos geckos y cada cierto tiempo veo a las hembras muy gordas, parece que esten gestando huevos, pero despues adelgazan y e buscado por todos los rincones del terrario y no hay rastro ninguno, la alimentacion siempre esta suplementada con calcio, les doy fruta triturada 1 vez en semana, tienen iluminacion uv

Unknown dijo...

En Colombia hay muchas especies de estas ranitas.