miércoles, 13 de octubre de 2010

Iniciación a los geckos diurnos

Los geckos diurnos son unos de los pequeños reptiles más curiosos y atractivos que podemos encontrar. Sus hermosos colores, su fácil mantenimiento y reproducción han hecho que sean cada vez más populares entre los aficionados y cada vez hay más especies nacidas en cautividad a nuestro alcance.

Esta pequeña guía a modo de introducción en el mundo de los geckos diurnos, nos ayudará a conocer las especies más comunes, la construcción de terrarios, la alimentación y cómo no, también la reproducción.
 
Espero que a muchos de los que los conozcáis por primera vez os enganchen tanto como a los que los mantenemos y disfrutéis del mantenimiento de estas pequeñas joyas de la naturaleza.

A quién no le resulta atractivo un bonito terrario tropical con estos preciosos animales. En la imagen, P. m. grandis. Foto de Gaua.
 
En este artículo veremos:
 
¿Qué son los geckos diurnos?
- Género Phelsuma.
- Género Lygodactylus.
- Género Gonatodes.
- Género Sphaerodactylus.
Mantenimiento en terrario de los geckos diurnos
- El terrario.
- Decoración.
Reproducción de los geckos diurnos
- Diferenciación de sexos.
- Comportamiento reproductivo.
- Desove e incubación.
- Eclosión y mantenimiento de las crías.
Enfermedades de los geckos diurnos


¿QUÉ SON LOS GECKOS DIURNOS?

Los geckos diurnos pertenecen a la familia Gekkonidae y agrupan varias especies. Generalmente la mayoría consideran sobre todo al género Phelsuma como sinónimo de gecko diurno, pero podemos considerar también a algunas especies más.
Los geckos diurnos, como su nombre indica, son activos durante el día y duermen durante la noche. Suelen ser mucho más coloridos que los geckos de hábitos nocturnos como salamanquesas (Tarentola) y Rhacodactylus; pero su principal diferencia es la pupila grande y redonda que presentan, mientras que los geckos de hábitos nocturnos suelen tener la pupila vertical (como los gatos) que se dilata durante la noche para captar mejor la escasa luz.

Rhacodactylus ciliatus, gecko nocturno con pupila vertical (foto de annakilljoy) y Phelsuma madagascariensis grandis, gecko diurno con pupila redonda (foto de Gaua).
 
 
Los ojos de los geckos diurnos carecen de párpados, poseen una lente transparente que los cubre y que se limpian con la lengua cuando creen necesario. Esta lente se renueva con cada muda.
Tienen una excelente visión, muy importante para percibir los colores a la luz del día y reconocer a los miembros de su especie o de otro sexo. Sus ojos les permiten enfocar a sus presas incluso a distancias muy cortas.

Al igual que muchos reptiles, los geckos poseen en el paladar el órgano de Jacobson, al que la lengua hace llegar las partículas de olor. Pero los geckos diurnos se orientan sobre todo por la vista, de manera que no sacan la lengua para "analizar" su entorno (como varanos y serpientes), sólo lo emplean para probar el sabor de los alimentos y también es importante al reconocer a otro gecko de su misma especie, para asegurarse de su sexo, disposición a aparearse, etc.

Tienen buen oído, pero sólo cuando alcanzan su temperatura de actividad. Algunas especies se comunican emitiendo "clics" y "clacs" durante el apareamiento, pero la mayoría son totalmente silenciosas.

Los Phelsuma tienen, además, una especie de bolsas situadas en la región de la nuca, tras las mejillas. Son los llamados sacos endolinfáticos, que almacenan una solución rica en calcio, que durante la época de reproducción se utiliza para fabricar la cáscara de los huevos.

En esta foto se aprecian claramente los dos sacos endolinfáticos a los lados del cuello de esta hembra de P. laticauda. Foto de Gaua.


Los geckos diurnos tienen forma aplanada, con unos fuertes dedos provistos de almohadillas adhesivas, que están compuestas por gran número de laminillas. Su adherencia es tal, que pueden trepar por superficies tan lisas y verticales como el cristal, incluso en posición invertida. No necesitan hacer ningún esfuerzo para mantenerse sujetos en esas superficies lisas, incluso durmiendo; de hecho, a veces los geckos muertos pueden permanecer pegados en la misma posición. Para desplazarse, simplemente rotan los dedos y ese sencillo gesto los separa fácilmente de la superficie.


Detalle de las almohadillas adhesivas de un P. laticauda. Foto de Gaua.

Los geckos diurnos tienen la piel cubierta de finas escamas (más finas en la parte ventral) y deben realizar una muda periódica para poder crecer. Sabremos que nuestro gecko va a mudar porque la piel se vuelve más opaca y su color pierde brillo, posteriormente intentará desprenderla frotándose contra algún objeto y luego tirará de ella con la boca, para luego normalmente ingerirla.
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Lygodactylus williamsi macho mudando su piel. Ya a comenzado a arrancarla e ingerirla. Foto de Gaua.

Al igual que muchos lagartos, en caso de emergencia, los geckos diurnos pueden desprenderse de parte de la cola, que además permanece agitándose unos segundos, distrayendo al depredador mientras el gecko escapa. La cola tarda varias semanas en regenerarse, y a diferencia de otras especies de geckos, no se les suele notar demasiado la diferencia. Si bien puede variar ligeramente la disposición de las escamas e incluso el color.
En muchas especies de geckos diurnos su piel es bastante fina y delicada, y debemos tener especial cuidado al agarrarlos, ya que se la podemos arrancar. De cualquier manera, igual que la cola, se regenera.


Este macho de P. m. grandis tiene 1/4 de la cola regenerada (como veis, apenas se aprecia) y también se le está regenerando un trozo de piel en el costado que le fue arrancado en una pelea con otro macho. Foto de Gaua.



En cuanto a su distribución, los geckos diurnos habitan sobre todo zonas tropicales. Voy a mencionaros únicamente las más comunes entre los aficionados.
El género Phelsuma vive principalmente en Madagascar, algunas islas del Océano Índico y en algunas regiones de la costa oriental de África.
El género Lygodactylus (geckos de cola prensil) habita en África, Madagascar y también en Brasil (sólo dos especies).
Los géneros Gonatodes y Sphaerodactylus (geckos de dedos esféricos) viven en islas del Caribe, y en el Centro y Sur de América.


GÉNERO PHELSUMA

La mayoría de las especies de Phelsuma viven en la isla de Madagascar, en una gran variedad de biotopos, desde las llanuras costeras, las estepas y las pluviselvas, hasta las zonas de alta montaña. Así que para mantener correctamente a nuestros Phelsuma, es importante tener en cuenta las condiciones climáticas de su lugar de origen, ya que algunas especies viven en zonas húmedas donde apenas hay oscilaciones de temperatura entre el día y la noche, mientras que otras viven en zonas con lluvias sólo estacionales y con variaciones de temperatura.

Los Phelsuma son geckos muy longevos si se cuidan correctamente: las especies pequeñas pueden vivir de 6 a 8 años, las medianas, 8-10 años y las grandes incluso dos décadas (12-20 años).


Phelsuma "pequeños" (8-10 cm):

Podemos destacar: P. klemmeri, P. breviceps, P. modesta, P. mutabilis, P. nigristriataP. pusilla.

- P. klemmeri
Es uno de los Phelsuma más pequeños, de aspecto aplanado y vistosa coloración. Su cabeza es amarilla y su dorso oscuro, flanqueado por dos líneas de color azul iridiscente a ambos lados. También tiene pequeñas motas brillantes alrededor de la cabeza.
Endémico del noroeste de Madagascar (vive en áreas muy concretas), en su hábitat la temperatura se mantiene estable a unos 28-30ºC todo el año, y por la noche nunca desciende de los 25ºC.
Es una especie sumamente pacífica en la que incluso los machos se toleran entre sí y tampoco depredan sobre sus propias crías. Hacen una puesta de huevos doble en algún cobijo oscuro cada 4 semanas más o menos, que eclosionan al cabo de unos 32-40 días a 28ºC.
Pueden aplanarse excepcionalmente, así que el terrario debe ser realmente a prueba de fugas.


Hermoso ejemplar de P. klemmeri hembra. Foto de Gaua.

- P. breviceps
Uno de los pocos capaces de sobrevivir en las inhóspitas sabanas de arbustos espinosos del suroeste de Madagascar.
Es un geckito de color gris, con hermosas manchas de color verde claro que forman tres líneas longitudinales discontinuas en su dorso.
Para su mantenimiento es imprescindible una iluminación muy intensa (incluso lámparas HQI) y que la zona de asolamiento alcance los 40ºC. En su hábitat suelen desovar entre las espinas de Euphorbia stenoclata, pero en cautividad podemos sustituirla por Aloe arborescens u otras plantas crasas espinosas similares. Suelen hacer cuatro puestas por temporada, y es recomendable incubar los huevos aparte ya que los adultos pueden devorar a las crías.

P. breviceps. Foto de Jjargoud

Phelsuma "medianos" (11-14 cm):

Podemos destacar: P. andamanensis, P. astriata, P. cepediana, P. comorensis, P. dubia, P. guttata, P. laticauda, P. lineata, P. masohoala, P. ornata y P. quadriocellata.


- P. laticauda
También llamado comúnmente "gecko diurno polvo de oro", debido a las pequeñas escamas de color amarillo que salpican su dorso.
Los ojos están llamativamente rodeados por escamas azules, y en algunos ejemplares también los dedos son de este color. La cola tiene una base ancha (de ahí su nombre científico; lati (ancha), cauda (cola). Tienen tres manchas rojas en la parte trasera del dorso, que diferencian al P. laticauda laticauda de otra subespecie, el P. laticauda angularis, cuya mancha roja tiene forma de "V" invertida, y es ligeramente más pequeño, pero sus individuos suelen ser más azules.
El P. laticauda laticauda es uno de los geckos diurnos que más frecuentemente se pueden conseguir a la venta. También originario de Madagascar, concretamente la isla de Nosy-be y Nosy-faly, e incluso otras islas. Prefiere un clima cálido y húmedo, incluso frecuenta las cabañas de los humanos.
Su cría en cautividad es sencilla, la hembra suele hacer una puesta doble cada cuatro semanas, que deposita en las axilas de las plantas, aunque cada 2-3 puestas suele descansar durante un par de meses. Los huevos incubados a 28ºC eclosionan al cabo de unos 40 días.

Phelsuma laticauda laticauda, foto de Jurriaan Schulman

- P. quadriocellata
También llamado "gecko diurno de cuatro manchas", a lo que también refiere su nombre científico en latín, que significa "cuatro ocelos" o manchas en forma de ojo.
Ése es el rasgo más característico de este pequeño y bonito gecko de color esmeralda: su mancha negra rodeada de azul claro (o rojo) situada tras la zona de inserción de sus extremidades anteriores. En el muslo también presenta una mancha azulada.
La subespecie P. quadriocellata parva es una de las más pequeñas, alcanzando sólo los 8-9 cm.
Habitan las selvas de montaña del este de Madagascar, con abundantes precipitaciones y temperaturas no demasiado altas (unos 23ºC durante el día y 10ºC durante la noche), aunque durante el verano pueden subir hasta los 30ºC.
Suele hacer unas 3-6 puestas después del periodo de reposo invernal (unos 3-4 meses a temperaturas más frescas), prefiriendo las hojas de Sansevieria o las cañas de bambú. Los huevos incubados a 28ºC eclosionan al cabo de unos 40-50 días.

Phelsuma quadriocellata, foto de Manuel Werner.


- P. comorensis
Como su nombre indica, es originario de las islas Comores, y suele vivir a unos 1000 m. por encima del nivel del mar, sintiendo especial predilección por las zonas de plataneras.
Su color es verde oliva, salpicado de manchas rojizas, con una línea negra lateral que separa su vientre blanco brillante.
En cuanto a su mantenimiento, es recomendable que por la noche la temperatura disminuya por debajo de 20ºC y durante el día alcance los 35ºC en las zonas de asolamiento. También necesita una humedad elevada, especialmente al amanecer y al anochecer.
La hembra suele hacer hasta seis puestas al año entre las bromeliáceas, las sansevierias o la corteza de corcho. A unos 28ºC la incubación dura unos 40-50 días, y es recomendable mantener las crías separadas individualmente ya que pueden mostrarse agresivas incluso contra otras especies.

Phelsuma comorensis. Foto de Luty.


Phelsuma "grandes" (15-30 cm):

Podemos destacar: P. abbotti, P. flavigularis, P. guentheri, P.madagascariensis, P. parkeri, P. rosagularis, P. serraticauda y P. standingi.

- P. standingi
Un hermoso gecko entre los grandes, que puede vivir hasta 20 años. Proviene de los bosques del suroeste de Madagascar (a orillas del río Onilah).
El dorso es gris plateado, surcado por franjas transversales oscuras rojizas, la cola es azul turquesa y la cabeza es verde, salpicada de puntos. Los ojos están rodeados de un anillo verde. De juveniles son aún más azulados y espectaculares.
Habita zonas muy secas, con temperaturas máximas de 38ºC y muy pocas precipitaciones. Gusta de terrarios bien iluminados y con zonas de asolamiento.
La hembra hace unas 4-6 puestas al año, a intervalos de 4 semanas, eligiendo perfectamente el lugar de puesta para que nazcan igual número de machos que de hembras, según la temperatura. La incubación a 28ºC dura unos dos meses. Es uno de los pocos geckos a los que se puede dejar que las crías nazcan tranquilamente en el terrario, ya que los adultos no muestran interés por ellas. No sólo eso, si por error capturan una de sus crías, ésta emitirá un ruido característico de protesta que hará que el adulto la suelte de inmediato.


- P. madagascariensis
Son una de las estrellas entre los geckos diurnos, debido a que cada vez se pueden encontrar más ejemplares nacidos en cautividad y ya no es necesario importarlos. Son además, grandes, muy fáciles de mantener y muy adaptables, pudiendo llegar a vivir hasta 20 años.
Las dos subespecies que se suelen ven entre los aficionados son el P. madagascariensis madagascariensis y el P. madagascariensis grandis, siendo éste último el más fácil de encontrar a la venta.
Son visualmente muy similares, de un color verde intenso que usan para camuflarse en la selva y el dorso salpicado de manchas rojas sin ningún patrón ni frecuencia concreta. Si tienen muchas manchas de color rojo se denomina "high red". Se diferencian las subespecies en que el madagascariensis presenta una línea marrón rojiza desde la punta del hocico y que sigue por detrás del ojo, mientras que en el grandis, la línea roja se detiene en el ojo.
Las crías son bastante diferentes de los adultos, ya que presentan un bonito rayado rojizo sobre el fondo verde.
P. m. madagascariensis habita la costa oriental de Madagascar, mientras que P. m. grandis vive en el norte. Ambas subespecies son antropófilas (gustan de la presencia del hombre): habitan sus cabañas, jardines y árboles cultivados.
La temperatura media de su hábitat oscila entre los 26-28ºC, con abundante humedad.
Las hembras hacen puestas dobles o sencillas en algún escondijo cada 25-28 días más o menos, que incubadas a unos 26ºC, eclosionan en dos meses aproximadamente.

P. madagascariensis grandis subadulto. Foto de Jean-Louis Vandevivère.



GÉNERO LYGODACTYLUS

Lygodactylus es el género más numeroso en cuanto a especies de geckos diurnos. Habitan las regiones tropicales y subtropicales de África y Madagascar. Son de pequeño tamaño, rara vez superan los 10 cm, lo que los hace muy atractivos para pequeños terrarios.
Su característica especial es que, además de los dedos adhesivos, en la punta de la cola poseen una especie de almohadilla adhesiva que les permite aferrarse también. Por eso se les conoce como "geckos diurnos de cola prensil".
Al contrario que los phelsumas, muchas especies de Lygodactylus presentan notables diferencias de color entre el macho y la hembra, siendo los machos dominantes los que presentan una coloración más llamativa; los machos dominados presentan una coloración muy parecida a la de las hembras.

Voy a mencionar brevemente algunas de las especies más frecuentes entre los aficionados:


- L. kimhowelli
Descubierto tan sólo en 1995, habita en el sureste de Kenia y noreste de Tanzania, en hábitats semihúmedos a secos y bien soleados, incluso también frecuenta las paredes de las casas.
Su cuerpo es de color gris oscuro (e incluso gris azulado en algunos ejemplares), recorrido por cuatro franjas negras que se inician en la cabeza y llegan hasta la punta de la cola. La cabeza es de color blanco o amarillo pálido con franjas negras que nacen en el hocico y se prolongan sobre los ojos.
El macho se diferencia de la hembra únicamente en la garganta, que es blanca con con dos franjas en forma de "V" bien marcadas; en las hembras, sin embargo, este dibujo está muy difuminado.
Se recomienda una temperatura diurna de 25-30ºC, descendiendo ligeramente por la noche, y en invierno es aconsejable establecer un periodo más fresco.
Se reproduce durante todo el año, las hembras ponen dos huevos cada 4-5 semanas, en grietas y agujeros de corteza que eclosionan a los 80-90 días a la temperatura del terrario.


- L. picturatus (=luteopicturatus)
Este pequeño geckito habita gran parte del este de África y en la isla de Zanzíbar (Tanzania).
El color del cuerpo en los machos es gris azulado, la cabeza y parte anterior del tronco es amarilla, con un dibujo a base de franjas de color pardo oscuro. La garganta es básicamente negra y el vientre naranja. Las hembras tienen una coloración más pardo-grisácea con franjas longitudinales oscuras y a veces poseen un dibujo en forma de "V" en la garganta. Los machos dominados presentan una coloración más apagada y similar a la de las hembras.
Habita zonas semihúmedas, como bosques de palmeras, vallas y muros de casas. Se recomienda una temperatura de 25-30ºC durante el día y que disminuya hasta los 18-22ºC durante la noche, pulverizando agua a diario, preferiblemente durante la mañana.
Se reproducen durante todo el año, la hembra pone dos huevos cada 6 semanas, ocultos entre las grietas de la corteza. Incubados a 28ºC eclosionan en unos 45 días.

L. luteopicturatus macho dominante. Foto de Gaua.

L. luteopicturatus hembra. Foto de Gaua.

- L. williamsi
Uno de los pequeños geckos diurnos más llamativos, ya que los machos son de un impresionante color azul eléctrico, mientras que las hembras son verde cobrizo. Son de pequeño tamaño, apenas sobrepasan los 6 cm, y cada año podemos encontrar cada vez más ejemplares nacidos en cautividad.
El vientre es anaranjado intenso en ambos sexos, y la garganta de los machos es de color negro azulado. Los machos dominados pueden presentar una coloración verdosa similar a la de las hembras.
Habitan los bosques del este de Tanzania, con una temperatura de unos 27-29ºC. Necesitan un lugar más seco donde asolarse.
Las hembras ponen dos huevos adheridos a alguna superficie, que tardan unos dos-tres meses en incubarse a la temperatura del terrario.

L. williamsi macho. Foto de Gaua.

L. williamsi hembra. Foto de Gaua.

GÉNERO GONATODES

Se conocen sólo 17 especies de estos geckos que viven en el norte de Sudamérica, al este de los Andes y en algunas islas del Caribe (Cuba, Jamaica y otras).
Se les conoce, junto al género Sphaerodactylus, como geckos con dedos redondos. La mayoría de las especies se concentran en la costa norte de América del Sur y también en la cuenta amazónica y hacia el oeste y suroeste hasta Ecuador, Perú y Bolivia.

Son geckos de tamaño pequeño (no suelen superar los 10 cm) y no poseen laminillas adhesivas en sus dedos especialmente desarrolladas, puesto que suelen correr rápidamente por el suelo y les supondrían una molestia; pero sin embargo poseen uñas más o menos robustas que les ayudan a aferrarse.

Presentan un gran dimorfismo sexual tanto en tamaño como en coloración. Las hembras suelen ser bastante más pequeñas que los machos y poseen una coloración con tonos ocres, pardos y grises, mientran que los machos lucen una librea de colores llamativos, especialmente el tercio anterior del cuerpo y la cabeza. Por su aspecto y por su pequeño tamaño son muy apreciados entre los aficionados, pero lamentablemente no se comercializan con la misma frecuencia de Phelsuma y Lygodactylus.

Gonatodes albogularis macho. Foto de Esteban Alzate

En cuanto a su hábitat, varía mucho de unas especies a otras. Generalmente se muestran activos de día y también durante las primeras horas de la noche. Gonatodes albogularis es un gran oportunista que vive tanto en el suelo, como en los árboles e incluso en las casas. Muchas especies gustan de tomar el sol y necesitan bastante calor. Otras como G. ceciliae y G. ocellatus viven en hábitats húmedos, frescos y relativamente oscuros.

Para estas especies no es necesario un terrario muy alto, ya que habitan normalmente cerca del suelo. Es aconsejable una superficie amplia, 40x30x30 cm sería un buen tamaño para una pareja. De sustrato tierra para plantas o fibra de coco + arena en proporción 2:1, con hojarasca, musgo, cortezas y algunas piedras planas. Como escondrijos cortezas de corcho natural, alguna raíz decorativa y ramas inclinadas. Se pueden poner algunas plantas pequeñas como bromelias, ficus pumila y similares.
Temperatura diurna de 23-27ºC y por la noche 18-20ºC. En la zona de asolamiento unos 30ºC. Pulverizar agua dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche.
Las hembras sólo ponen un huevo enterrado en el sustrato a bastante profundidad, que es aconsejable extraer (por la posibilidad de que los animalillos del sustrato lo estropeen) e incubar aparte a 24-28ºC.
Son geckos bastante territoriales y es aconsejable tener sólo una pareja por terrario, ya que las hembras adultas también muestran un comportamiento territorial.

Gonatodes hasemani, suele habitar en el suelo, entre la hojarasca, raíces y en troncos caídos. Foto de Andreas Schlüter



GÉNERO SPHAERODACTYLUS

Es el género de geckos más numeroso, sin embargo resultan más difíciles de conseguir entre los aficionados. La mayoría de sus representantes son geckos muy pequeños, y entre ellos está Sphaerodactylus ariasae, que con tan sólo 3 cm de longitud es el reptil más pequeño que se conoce.

Se distribuyen por América del Sur, Centroamérica y el Caribe, principalmente Cuba, La Española, Jamaica, Puerto Rico, Bahamas y las Antillas Menores.

Tienen dedos largos y delgados desprovistos de almohadillas adhesivas, ya que como habitan en el suelo, no las necesitan. Pero tienen uñas bien desarrolladas, que son capaces incluso de retraer.
Existe un dimorfismo sexual similar al de Gonatodes, siendo que los machos son ligeramente más llamativos, pero hay excepciones, como S. nigropunctatus y S. torrei en que las hembras son más grandes y tienen una coloración más llamativas que los machos. Para terminar de complicar el asunto, los juveniles de algunas especies tienen una librea juvenil propia.
Su hábitat incluye tanto el suelo del bosque como las ramas bajas y altas. Prefieren sustratos rocosos o pedregosos con una capa de hojarasca y restos vegetales, incluso oquedades de troncos y ramas llenas de materia vegetal.
Se pueden mantener en terrarios pequeños, incluso de tan sólo 20x20x10 cm. Se pueden mantener junto a dendrobates, con quienes comparten su hábitat natural; en este caso lo difícil es localizar sus huevos, ya que no se suelen desarrollar en ambientes tan húmedos.
No les gusta tomar mucho el sol, la temperatura diurna debe ser de 23-27ºC y por la noche puede descender hasta los 18-20ºC. Se recomienda un punto de asolamiento a unos 30-35ºC. No son necesarios los cambios estacionales a lo largo del año. Podemos pulverizar el terrario dos veces al día (a primera hora de la mañana o de la noche) para conseguir una humedad del 60-80%.
Como sustrato podemos usar arena no demasiado fina, que en algunas zonas cubriremos con hojarasca, musgos y corcho. Le gusta esconderse bajo tejas de arcilla, que mantienen bien la humedad. Podemos completar el terrario con pequeñas plantas como ficus pumila y helechos.
Ponen un solo huevo que suelen ocultar entre la hojarasca o en la corteza de un árbol. A veces también los abandonan en la arena o los entierra a poca profundidad. Mantenidos en un terrario con sustrato de arena y una planta en maceta, generalmente pondrán su huevo justo bajo ella. Se pueden dejar eclosionar en el terrario de sus padres, ya que muchos tienen una librea juvenil característica y los adultos no los molestan. Cuando empiecen a cambiar su coloración, hay que separar a los machos.
Si incubamos los huevos aparte, tenemos que saber que no deben contactar con materiales húmedos. Se incuban a unos 28ºC como máxima y a unos 20ºC como mínima.

Sphaerodactylus sp. (República Dominicana). Foto de Stephane888.



MANTENIMIENTO EN TERRARIO DE LOS GECKOS DIURNOS

A la hora de preparar el terrario apropiado para nuestros geckos diurnos, deberemos tener en cuenta dos cosas importantes:
- Tamaño adulto de la especie, ya que hay desde geckos más pequeños que un dedo, hasta especies que pueden superar los 25 cm de longitud.
- Características de su hábitat original, ya que algunos geckos habitan zonas de bosques tropicales y lluviosos, y otros viven en en sábanas semiáridas e incluso la alta montaña.

Así que lo primero es tener claro la especie que queremos mantener, y de ahí decidiremos el tamaño del terrario.
Para geckos pequeños, como Lygodactylus y los Phelsuma de menor tamaño, un tamaño de terrario ideal para una pareja o trío, sería de 30x30x45 cm, como el de Exoterra. Incluso para algunos, podría ser algo menor, según recomiendan algunos autores, pero siempre que tenga algo de altura, ya que son arborícolas.
En el caso de geckos que habitan fundamentalmente el suelo del bosque, como el género Gonatodes, basta un terrario de 40x30x30 para una pareja.
Para geckos medianos, como por ejemplo Phelsuma laticauda o quadriocellata, se podría mantener una pareja en un terrario ligeramente mayor que el anterior o incluso de ese mismo tamaño.
En el caso de geckos grandes, como P. madagascariensis y standingi, se necesita un terrario que supere los 80-120 cm de altura y al menos, 60 cm de ancho, para una pareja o trío.
Los geckos diurnos no son especialmente animales que se muevan mucho, suelen pasarse muchas horas tranquilamente descansando, cuando ya han saciado su hambre. Pero bueno, siempre es recomendable tener en cuenta su tamaño de adulto para darles el espacio suficiente.

Lo siguiente a tener en cuenta, es que en la mayoría de las especies de geckos diurnos, los machos no se toleran entre sí: algunos pueden adoptar la coloración de las hembras, pero la mayoría pelearán e intentarán echar al otro macho. Hay otras especies, como P. klemmeri, en la que los machos se toleran perfectamente entre sí.
Así que en la mayoría de las opciones, o mantenemos en cada terrario un macho solo, o un grupo de hembras, o una pareja o trío.


EL TERRARIO
 
El terrario puede ser de cristal o de madera. En este caso, la madera debe estar impermeabilizada y contará con una bandeja o recipiente de plástico inferior, que puede contener sustrato vegetal o fibra de coco, para retener el agua que sobre del sistema de lluvia, por ejemplo.
Los terrarios de cristal son los más recomendables para los geckos pequeños, y en el caso de los grandes, nos puede resultar más económico un terrario de madera que uno de cristal.
Como hemos mencionado, hay muchas especies de geckos pequeñitos que se pueden mantener sin problemas en terrarios de cristal de 30x30x45 o similares, siendo, por tanto, muy interesantes para los aficionados, ya que apenas ocupan espacio. Incluso se puede llegar a tener una pequeña colección de varias especies.

En todos los tamaños de terrario hay que tener en cuenta algo muy importante: estos geckos pueden trepar por todas las superficies y los terrarios deben ser especialmente a prueba de fugas. En el caso de las especies pequeñas esto es aún mucho más importante, es muy importante colocar tiras adhesivas de silicona para ajustar las puertas (tanto si son abatibles como especialmente si son correderas), incluso sellar los espacios entre la tapa (si es desmontable) y el marco de plástico del techo con pegamento de pistola caliente, silicona neutra o cinta adhesiva.
Como ejemplo sirva que cuando metí a mis primeros y minúsculos P. klemmeri juveniles, a los cinco minutos ya estaba uno paseando por encima del terrario .... después de haber sellado todas las rendijas que yo creía. Al final sellé totalmente la tapa con pegamento caliente por dentro y ya no hubo más fugas.
Son muy recomendables los terrarios con puerta de cristal de guillotina en los que la parte superior de la puerta delantera está más metida hacia adentro que la parte inferior, evitando cualquier hueco por el propio peso del cristal. Esto suelen hacer muchos criadores, también por otra ventaja: ya que los geckos diurnos, suelen defecar a veces cuando están sobre el cristal delantero, y esa inclinación hacia adentro evita que se manche. Si no, bueno, habrá que limpiar más a menudo.

A los geckos diurnos, como este macho de P. m. grandis, les gusta mucho descansar sobre los cristales, incluso para dormir. Foto de Gaua.



En cuanto a la iluminación, casi todos coinciden en que un fluorescente o bombilla compacta con un porcentaje de UVB de 5.0 es lo más recomendable para estos reptiles que toman de vez en cuando el sol. Algunas especies que viven en zonas de sabana más secas, gustan de zonas de asolamiento mucho más calurosas que otras especies. Si tenemos dos fluorescentes, podemos utilizar además, si queremos, un 2.0 para dar más intensidad de luz.
Para un terrario pequeño de 30x30x45 cm, podemos utilizar una bombilla compacta de 5.0 de 26W, que además servirá de punto de calor para el asolamiento y calentará el terrario.
Una cosa importante es que para que reciban la radiación de UV correcta, la zona de asolamiento no debe estar más lejos de 15 cm (salvo que usemos bombillas de vapor de mercurio), ya que a mayor distancia, más se pierde la radiación UV. Y hay que cambiar la bombilla o el fluorescente cada 12 meses más o menos, por este mismo motivo.

 
Pantalla "casera" para un terrario de 30 cm de ancho, hecha con un molde metálico para bizcocho, un casquillo cerámico y una bombilla compacta de 26W de 5.0.


La ventilación es importante también, para una salud correcta de los animales; normalmente los terrarios comerciales están correctamente diseñados (normalmente con una rejilla inferior delantera y otra superior) para permitir una buena circulación ascendente del aire. Si el terrario lo construimos nosotros, sería bueno tener esto en cuenta.
Considerando que estos geckos se adhieren a cualquier superficie, resulta casi obligatorio poner la iluminación por fuera del terrario, lejos de su alcance, ya que podrían asustarse y saltar sobre ella y quemarse los dedos.
La rejilla debe cumplir tres principios: el más importante es evitar que se escapen, pero más que los propios geckitos, sus presas, ya que en el caso de las especies pequeñas, las drosófilas son una de sus fuentes principales de alimento. Pero por otro lado, la rejilla también debe permitir el paso de los rayos de luz UVB, ya que no atraviesan el cristal. Y si además de todo eso, fuera inoxidable, ya perfecto.
En el caso de especies más grandes, una simple rejilla de 10 mm nos puede servir para separar los fluorescentes y además permitir más paso de luz.

En cuanto a la temperatura, bueno, siempre debemos buscar la información sobre la especie concreta que mantenemos, pero en general, los geckos diurnos se encontrarán a gusto a unos 25-28ºC con un punto de asolamiento en torno a 32-34ºC.
Generalmente, en una habitación cálida, no necesitaremos más que la propia iluminación o el punto spot de calor para mantener la temperatura apropiada en todo el terrario. Pero si no la alcanzamos, o en invierno baja mucho, puede que necesitemos un sistema de calefacción.
Podemos utilizar una manta calefactora pegada al terrario, si no necesitamos demasiada temperatura, pero yo lo que recomendaría es un cable calefactor dentro del propio terrario, sujeto a una rejilla de plástico, por ejemplo, y colocado bajo el sustrato. Lo importante es que esté controlado por un termostato con sonda. Aquí os muestro cómo tengo yo colocado el cable calefactor en rejilla sobre una capa de arlita (arcilla expandida). Luego se cubre con estropajo verde (que es inocuo y duradero) recortado a medida y ajustando bien a toda la superficie.


Si no tenemos un agujero de drenaje en el fondo del terrario, debemos colocar una capa de bolas de arlita para aislar el exceso de agua. Debe tener unos 5-7 cm de alto.
Sistema de drenaje para extraer el exceso de agua. Queda bajo el sustrato y la parte superior (una conexión de T de riego por goteo) se conecta a una manguerita cuando queremos vaciarlo.
Cable calefactor sujeto mediante bridas a una rejilla plástica a modo de esterilla calefactora bajo sustrato.


Planchas de estropajo verde para cubrir la arlita. Es a prueba de fugas y permite el paso del agua al fondo. Ademés es muy resistente a la degradación.


En cuanto al sustrato, tenemos varias opciones, desde papel de cocina húmedo, pasando por arena, gravilla, hasta fibra de coco húmeda. Si usamos sistema de lluvia, o queremos recoger el exceso de agua, puede ser recomendable poner un tubo de drenaje en el fondo, (sin perforar el terrario) hecho de forma muy sencilla con un trozo de tubo de aireador para acuario, dejando un extremo en un lateral por encima del nivel del sustrato conectado a una "L" de las conexiones de los sistemas de riego por goteo. Luego se cubre con 5 cm de arlita (arcilla expandida), después las láminas de estropajo verde (que permitirán el paso del agua, sellarán cualquier posible vía de escape y evitarán que pase el sustrato) y se tapa todo finalmente con una capa de 2 cm de fibra de coco húmeda.
Según se acumule demasiado el agua, podemos extraerla de forma sencilla conectando otro tubo de aireador y succionando durante unos segundos (si no queremos aspirar, podemos usar una jeringa cualquiera), luego dejamos que caiga a un cubo hasta que se vacíe.

 
Cubrimos el estropajo con al menos un par de cm de fibra de coco húmeda.


La humedad también dependerá de la especie concreta, si se trata de una especie de zonas más secas (60%) o de selvas lluviosas (80% de humedad e incluso más), o también de la época que querramos simular (época de lluvias para algunas especies). Generalmente no es necesario que los geckos tengan un recipiente de agua para beber, ya que la mayoría de ellos beberá las gotas de agua que queden sobre las hojas y superficies.
Puede ser interesante tener un sistema de lluvia con una boquilla aspersora que "riegue" parte del terrario varias veces al día durante unos segundos, especialmente por la mañana y por la tarde. Si no, bastará con un pulverizado manual un par de veces por la mañana y por la tarde.


DECORACIÓN DEL TERRARIO

En cuanto a la decoración, en el caso de los geckos diurnos es algo importante a tener en cuenta, sobre todo en las especies de dedos adhesivos, o sea la mayoría de los que normalmente encontraremos a la venta. Sus almohadillas adhesivas les permiten adherirse cómodamente a superficies tan lisas como el cristal, así que las paredes de cristal pueden ser utilizadas por ellos para descansar, aparearse, cazar ... Si queremos que sean decorativas, podemos pegar por fuera un póster de esos de fondo para acuarios, que sea rocoso o que imite la corteza de árboles, incluso podemos pegarlo también por la parte trasera, y ya tendremos el terrario listo para ellos.
También podemos usar el fondo en relieve que viene a veces en el mismo terrario, ajustándolo bien y sellando cualquier rendija con silicona neutra. Incluso pegar corcho natural o planchas de corcho, o xaxim ... tenemos muchas opciones.

Otra forma algo más elaborada podría ser hacer un fondo en relieve utilizando espuma de poliuretano, luego una vez seca, tallarla con un cuchillo a nuestro gusto, y podemos aprovechar también para hacer agujeros para poner plantas naturales. Lo cubrimos con silicona negra neutra apta para acuarios y antes de que se seque, echamos fibra de coco seca o xaxim en polvo, presionamos y listo. Es recomendable hacer esto por pequeños trozos, ya que la silicona se seca rápidamente

Otra forma sencilla de decorar de forma barata un terrario grande para Phelsumas de gran talla, puede ser utilizar brezo decorativo, el que se usa para cubrir vallas en jardines. Lo podemos colocar de forma ondulada y luego tapar los agujeros.

Debemos tener en cuenta, sobre todo en las especies pequeñas, que no se puedan colar o caer por el fondo en relieve, y que todo quede perfectamente ajustado. Una vez tengamos el fondo listo, y también el sustrato colocado, podemos pasar a la decoración en sí.

- Bambú
El bambú es en realidad el tallo fibroso o leñoso de varias especies de plantas con el mismo nombre. Hay especies cuyos tallos apenas superan el cm de diámetro y un par de metros de altura, y otras gigantes, cuyos tallos pueden superar incluso los 25 m de altura y los 30 cm de diámetro.
El bambú es muy apreciado por los geckos diurnos de dedos adhesivos, tanto como lugar de reposo como de asolamiento, para cazar y para aparearse, e incluso para desovar en su interior. El bambú tiene una superficie totalmente lisa, y resulta tan atrayente para el desplazamiento de muchas especies, que raramente pisarán cualquier otro objeto del terrario que no sea el bambú o los propios cristales.

El bambú lo podemos conseguir seco, de color beige o marrón claro, en muchas tiendas de decoración, incluso bambúes de gran grosor. También en ferias en las que se vendan accesorios para terrarios.
Queda realmente muy bonito el bambú fresco, verde, pero es muy difícil de encontrar. Si localizamos un bosque de estas enormes plantas, sed respetuosos y no los taléis. Seguro que hay alguno en el suelo que haya sido derribado por el viento, y suelen permanecer bastante tiempo verdes. Es lo que yo hago.

Bambú fresco, verde, y bambú ya seco. La principal diferencia, además del color, es que el bambú seco suele ser algo más duro de serrar. Foto de Gaua.
 
 
El grosor del bambú que necesitemos estará directamente relacionado con el tamaño de los geckos que mantengamos. Para el asolamiento de geckos pequeños, puede bastar con un bambú de 1,5 cm de diámetro. Para especies mayores, sobre todo en el caso de que queramos facilitar que desoven en su interior hueco, necesitaremos un grosor de bambú mayor, al menos unos 4 cm.
Los grandes phelsumas necesitarán también diámetros de bambú mayores. De un mismo gran tronco de bambú de 5 o 6 m de altura, podemos sacar tramos inferiores de gran diámetro para grandes phelsumas y en la punta, más estrechos, para geckos pequeños. Todo se puede aprovechar.

Si no conseguís bambú natural, no hay de qué preocuparse. Podéis comprar bambú falso (de plástico) e incluso un excelente sustituto del bambú son los tubos de PVC para cañerías; a los geckos les sirve exactamente igual para desplazarse sobre ellos. Incluso podéis ser decorativos y pintarlos de verde con pintura no tóxica.
En cuanto a la orientación de los bambús, siempre es necesario un bambú horizontal justo bajo el punto de asolación, a no más de 10-15 cm de él, incluso menos. En su defecto un tronco o rama también puede servir. Sobre ese bambú tomarán los geckos su ración de rayos UVB y se calentarán.
Después podemos colocar más bambús en otras posiciones: verticales y oblicuos. Especialmente en el caso de los grandes geckos podemos colocar largos bambús ya que sobre todo sólo se desplazarán sobre ellos y sobre las superficies lisas.
De cualquier forma, pongamos donde pongamos el bambú, debemos sellar los extremos donde no queramos que se metan los geckos, especialmente los geckos más pequeños. Podemos usar papel de cocina metido a presión y/o sellarlo luego con pegamento de pistola caliente.
Se puede dejar un extremo abierto para que se refugien, o hacer un agujero redondo entre dos nudos (son tramos independientes y aislados).
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Un agujero en el bambú puede ser también utilizado como refugio o lugar de puesta de huevos. Foto de Gaua.


- Troncos y otros objetos
Generalmente los troncos y ramas suelen ser más apreciados por los Lygodactylus, aunque adoran más las superficies lisas (bambú, cristal). Pero también podemos ponerles alguna liana o rama relativamente lisa.
También podemos poner cortezas de corcho natural, piedras planas y troncos, sobre todo esto es muy importante en el caso de geckos que vivan en el suelo, como Gonatodes y Sphaerodactylus.

L. williamsi hembra sobre una liana. Foto de Gaua.
- Plantas
Para algunas especies, las plantas son algo más que mera decoración, ya que colocan sus huevos entre sus hojas espinosas.
Para otras, algunas plantas les proporcionan un lugar donde desplazarse, donde cobijarse e incluso pegar sus huevos (en las especies que adhieren sus huevos). Entre estas plantas, la estrella indiscutible es la Sanseviera, una planta que no requiere demasiada agua, de largas hojas gruesas y resistentes en forma de lanza. Existen cultivares de esta planta de todos los tamaños, de hojas de hasta 80 cm, y otras enanas, de apenas 20 cm. Generalmente tiene la hoja variegada (verde con el borde amarillo).


Las bromelias son otro grupo de plantas que puede resultar interesante para tanto terrarios pequeños como grandes, pues las hay de muchas especies y tamaños. La Vriesea splendens es una de las más recomendables sobre todo para pequeños geckos, pues no tiene demasiadas hojas (podemos tener mejor controlados a los animalitos), pero éstas son fuertes y resistentes, y además tolera bien tanto el exceso como la falta de agua.


L. luteopicturatus hembra descansando en una hoja de bromelia. Foto de Gaua.


La gran ventaja de que los geckos se muevan sobre todo por ramas, troncos y bambús, es que podemos tener terrarios muy plantados, sobre todo en el caso de geckos grandes, que son más fáciles de localizar. Entre otras especies de plantas podemos utilizar muchas: para terrarios pequeños va muy bien el Ficus pumila, una planta trepadora que tolera bien la humedad y tapiza el fondo. Pero lo cierto es que podemos utilizar muchas especies siempre que toleren los rangos de temperatura y humedad a los que esté el terrario. Especialmente para las partes bajas de los terrarios que superen el metro, en las que apenas llega luz, son muy recomendables los helechos, como por ejemplo, el nido de ave.

Puede parecer curioso, pero también podemos utilizar plantas artificiales en los terrarios de geckos. No aportan humedad, pero pueden ser una excelente opción para cubrir aquellas zonas en las que no se puedan desarrollar las plantas naturales. Por ejemplo: justo bajo el punto de asolación y en lo más alto cerca de los florescentes, y también en la parte inferior donde no llega la luz. Son resistentes, inocuas y lavables o desinfectables.


Cerca del punto de asolación, donde las altas temperaturas secan las plantas naturales, podemos poner alguna planta artificial de buena calidad. Foto de Gaua.


Un ejemplo de terrario terminado y muy económico para una pareja de P. madagascariensis grandis; es la mitad de un armario de 120 cm de alto, impermeabilizado por dentro, las paredes están cubiertas con brezo seco para vallado y una mezcla de plantas artificiales y naturales (bromelias y helechos en la parte baja).
Tiene dos bambús horizontales superiores, dos largos verticales con un agujero en uno para la puesta de huevos, y otro transversal. Dos de ellos, están justo pegando a un bote de plástico en el que cazan los grillos. Los dos Phelsuma generalmente sólo se desplazan por los bambús, por la madera desnuda de la parte superior y por la puerta delantera, donde duermen pegados. Los dos fluorescentes del techo (5.0 y 2.0) y el spot de calor están protegidos por una rejilla metálica superior de 10mm de agujero. La puerta es un marco de madera (para cuadros) y por dentro pegada una lámina de metacrilato transparente, no es cristal porque pesaría mucho la puerta.
Tiene sistema de lluvia, una boquilla en la parte superior derecha bajo el spot, con dos-tres lluvias de 20-25 segundos por la mañana y la tarde.
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Ejemplo de terrarios para geckos diurnos pequeños. Foto de Gaua.




ALIMENTACIÓN DE LOS GECKOS DIURNOS

La alimentación de los geckos diurnos suele resultar más sencilla que para otras especies de reptiles, ya que normalmente (excepto Sphaerodactylus) no son insectívoros estrictos, aceptan de buen grado pequeños invertebrados, fruta y néctar de las flores.

Aquí también debemos tener en cuenta el tamaño de la especie que vamos a mantener, ya que no es lo mismo un gran Phelsuma de 20 cm que un pequeño Lygodactylus.

Para los geckos pequeños, como Lygodactylus y phelsumas de talla pequeña, podemos ofrecerles como alimento vivo: drosófilas o moscas de la fruta no voladoras, (tanto melanogaster como hydei (más grande), e incluso microgrillo o grillos recién nacidos. Para los ejemplares más grandes, incluso mosca doméstica no voladora o grillos juveniles, lo cierto es que son muy voraces.
Podemos completar su dieta con colémbolos, pulgones, gorgojos de la alubia (aunque son algo duros), Thermobia domestica, pececillos de plata (Lepisma) y pequeños gusano de la miel.

Juvenil de Phelsuma quadriocellata comiendo un pequeño grillo. Foto de Hexasoft.


Para los geckos grandes, podemos ofrecerles grillos adultos, ninfas de langosta, cucarachas Blaptica dubia y otras especies, y como golosina gusanos de miel y tenebrios. De ser posible alimentarlos con gusanos de seda, éstos pueden constituir su alimento vivo principal, ya que tienen muy poco contenido en grasa y muy bueno en proteína. Incluso se ha descubierto recientemente que les gustan los caracoles mucho más de lo que se suponía y les aportan calcio, ya que los devoran con concha y todo.
De cualquier forma, es recomendable ofrecerles una dieta variada, ya que muchos geckos pueden desarrollar preferencias por cierto tipo de alimento vivo y rechazar el resto.

Sobre el modo de ofrecer las presas vivas, la más cómoda sería soltarlos por el terrario, esto es recomendable para presas que no se puedan esconder, como las drosófilas, pero para otras como cucas y grillos, la mejor opción es colocar las presas en un pequeño taper o recipiente de plástico y acostumbrar a los geckos a que coman de él.  Este vaso o recipiente de plástico, preferiblemente cuadrado ya que así podemos colocarlo en un lateral apoyado en el cristal, podemos colgarlo con ganchos adhesivos, siendo así fácil de retirar y colocar. Pondremos ahí las presas que no trepen (por ejemplo grillos) y serán los propios geckos los que bajarán por las paredes del recipiente para servirse ellos mismos los grillos.
Presas como los gusanos de la miel, que son capaces de trepar por superficies lisas, podemos dárselas con pinzas (al igual que otras presas) y suelen tomarlas muy bien.

Debemos enriquecer sus presas vivas con calcio, minerales y vitaminas. Ya que los requerimientos de calcio son mayores que los de otros minerales y vitaminas, podemos mezclar 2 o 3 partes de calcio en polvo (sin D3) por 1 de vitaminas y minerales y utilizar esta mezcla para espolvorear sus presas. Si no, espolvorearemos tres veces por semana dos de sus presas con calcio y una vez por semana con las vitaminas-minerales.
De cualquier forma, los requerimientos de calcio, especialmente en hembras grávidas pueden ser mayores, así que podemos colocar un pequeño recipiente con calcio en polvo (carbonato de calcio o hueso de sepia triturado).

En cuanto a las frutas, muchos geckos en libertad lamerán cualquier fruta madura o el néctar de las flores. En terrario podemos ofrecerles purés de fruta dulces (no cítricas), especialmente les gusta el plátano, el melocotón y la papaya. Se pueden usar también los potitos de fruta para bebés, (especialmente los que lleven plátano) puesto que estos purés de fruta preparados son naturales y llevan vitamina C, (que es un buen antioxidante) lo cual nos permite guardarlos dos o tres días en el frigorífico y utilizarlos.
El potito de frutas lo podemos poner en un pequeño recipiente (especialmente para los geckos grandes) o simplemente una gotita colocada en cualquier superficie para los geckos pequeños, ya que no tomarán mucha cantidad. Los geckos son muy golosos y la mayoría de las especies lo aceptarán con gusto.


L. williamsi macho lamiendo potito de frutas. Foto de Gaua.


Existen también hoy en día alimentos comerciales completos para geckos diurnos, lo cual es una gran ventaja a la hora de mantener estos animales con respecto a otras especies de reptiles. El más conocido es el DayGecko Food de Zoomed, es un alimento en polvo, de olor dulzón y sabor a frutas, que incluye todas las proteínas, hidratos de carbono, lípidos, oligoelementos, vitaminas y minerales que los geckos necesitan.


Se puede usar como alimento completo, variando la dieta de nuestros geckos con presas vivas y potito de frutas. Además, nos permitirá ausentarnos unos días durante las vacaciones sin temor a que no estén bien alimentados. El modo de administrarlo las primeras veces, es colocar una pizquita del polvo sobre alguna superficie lisa (por ejemplo, el bambú) y especialmente si colocamos la pizca del polvo sobre el potito de frutas. Después de acostumbrarles a lamer el polvo seco, colocaremos una tapita o pequeño recipiente con un poco del Day Gecko Food y lo renovaremos cada varios días o cuando se estropee. A algunas especies les gusta más que a otras, pero generalmente lo toman todos bien. Como pequeños recipientes podemos ser muy ingeniosos y utilizar golosineros de plástico para pájaros o bien el envase de un carrete de fotos cortado por la mitad y con un agujero para colgarlo.

Podemos utilizar pequeños ganchos adhesivos para colocar estos recipientes, incluso ventosas potentes si los pegamos en el cristal. Estos recipientes estarán cerca de las superficies por las que se desplacen los geckos (bambú, ramas o cristales), pero lejos del alcance de los sistemas de lluvia.


Recipiente grande para microgrillos y pequeño para alimento en polvo. Foto de Gaua.



REPRODUCCIÓN DE LOS GECKOS DIURNOS

La reproducción de una especie en cautividad siempre es un reto apasionante, y supone la culminación de un gran trabajo que confirma que las condiciones en las que los mantenemos son adecuadas para ello. Además, es muy recomendable intentar la reproducción de estos preciosos reptiles para fomentar su cría en cautividad y evitar la captura de ejemplares salvajes.
Además, los ejemplares nacidos en cautividad tienen menos problemas de parásitos y suelen estar en mejores condiciones físicas, estando acostumbrados además, a la vida en terrario y a la presencia humana.

Resulta relativamente sencillo criar muchas de las especies de geckos diurnos, algunas de las cuales crían con tanta facilidad en terrarios que podemos tener decenas de crías en una sola temporada.

Para criar cualquier especie, lo primero que nos hace falta es disponer de una pareja adulta. Y para ello lo primero que debemos averiguar es el sexo de los ejemplares.


Diferenciación de sexos

Existen algunas especies en las que existe una librea sexual, es decir, machos y hembras se diferencian por su coloración. Como por ejemplo, Gonatodes y la mayoría de Lygodactylus. Para poder diferenciarlos por su coloración, no deben ser ejemplares juveniles, ya que toman el color de las hembras, y también debemos tener en cuenta que los machos dominados suelen parecerse también más a las hembras para evitar el ataque del macho dominante.



Pareja de L. williamsi, como muchos Lygodactylus presentan una librea sexual diferenciada. Foto de Gaua.


En algunas especies, son realmente visibles unos abultamientos a ambos lados de la base de la cola en los machos, son los abultamientos de los hemipenes. En otras especies, sin embargo, apenas se aprecia y no sirve como orientación para averiguar el sexo.


En otras especies, como los Phelsuma, su coloración es idéntica en ambos sexos, si bien en algunas especies los machos tienen una constitución algo más robusta que las hembras.
De cualquier forma, en todos los casos, la principal forma de diferenciar los sexos es observar los poros femorales y preanales, mucho más notables en los machos (en Phelsuma grandes adultos forman escamas cónicas en forma de espolón, muy evidentes).

Os pongo algunos ejemplos de los poros femorales de diferentes especies de geckos diurnos, grandes y pequeños:



P. madagascariensis macho casi adulto. Foto de Gaua.


P. laticauda hembra. Nótese la ausencia de poros femorales marcados. Foto de Gaua.


L. williamsi macho. Suelen tener de 6 a 9 poros femorales bien visibles. Foto de Gaua.


L. williamsi hembra. Foto de Gaua.


Comportamiento reproductivo

La madurez sexual suele estar en relación con la longevidad de la especie, por ejemplo, las especies más pequeñas son maduras sexualmente a los pocos meses, mientras que las más grandes y longevas, como por ejemplo, P. madagascariensis, alcanzan la madurez sexual en unos dos años.

Los machos eligen a sus compañeras por su aspecto visual y determinan su disponibilidad a aparearse mediante un cortejo ritualizado en el que desempeñan un papel importante las feromonas (u hormonas sexuales).
En este video se observa cómo un macho de L. williamsi intenta llamar la atención de su compañera mostrando su mejor colorido y cómo se lamen mutuamente para percibir su estado y condición sexual.



Una vez la hembra receptiva acepta al macho, él se le suele aproximar por detrás o frontalmente, ondulando la cola y luciendo su coloración más vistosa. Durante la cópula que suele durar varios minutos, le introduce uno de los dos hemipenes en la cloaca, y a veces le muerde en la nuca. Después se lame de forma higiénica el hemipene utilizado.
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Momento del apareamiento de una pareja de P. m. grandis. Foto de Iml.


Apareamiento de L. williamsi. Foto de Gaua.
Cada oviducto suele contener un huevo, y ambos suelen ser fecundados, de ahí que la mayoría de especies pongan dos huevos.
Muchas hembras de geckos diurnos son capaces de almacenar el esperma para fecundar posteriormente sus huevos durante un largo periodo de tiempo. Esto es debido a que normalmente no resulta tan sencillo encontrar pareja en el momento preciso. En cautividad, sin embargo, las especies mantenidas en parejas vuelven a copular después del desove.

Las hembras grávidas necesitan un aporte alimenticio especial y sus necesidades de calcio aumentan. Generalmente hacen su puesta de huevos en torno a los 20-30 días después del apareamiento, según la especie. Podemos reconocer fácilmente a las hembras a punto de desovar ya que los huevos abultan bastante en su abdomen.
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Hembra grávida de L. williamsi. Foto de Gaua.

Desove e incubación de los huevos

En cuanto al lugar de puesta, las hembras se guían principalmente por su instinto, y una vez elegido un buen lugar de puesta, vuelven una y otra vez al mismo sitio a desovar. Saben reconocer si esos huevos se han estropeado y entonces buscarán otro sitio en el que sus huevos se desarrollen correctamente. Es muy importante para ellas elegir un buen lugar de puesta. Incluso a veces varias hembras compartirán el mismo sitio.

Algunas especies, como Gonatodes y Sphaerodactylus, entierran sus huevos en el sustrato y no los adhieren al medio que los rodea. Las que sí los adhieren, los aprietan, uno tras otro, contra las hojas de las plantas, las cortezas o el cristal de nuestros terrarios.
Muchas especies ponen huevos dobles, para ello, la hembra sujeta el primer huevo con sus extremidades posteriores y lo hace girar hasta que se endurece; una vez duro pone el segundo y mientras está blando lo aprieta contra el primero para que ambos queden unidos. Luego los colocan en el lugar elegido, que puede ser una grieta entre las rocas, o bajo la corteza de árboles, cañas de bambú, bifurcaciones de ramas, construcciones humanas, axilas de las plantas y otros lugares bien protegidos.

En esta excepcional foto se muestra a una P. m. grandis hembra sujetando sus dos huevos recién puestos con sus patas traseras mientras se endurecen. Foto de camaleo22.

Una vez puestos los huevos, cabe el dilema sobre si dejarlos que se incuben en el terrario o extraerlos para incubarlos aparte. Eso si localizamos los huevos, ya que a veces están en lugares tan inaccesibles que no podemos sacarlos sin romperlos. Yo la primera noticia que tuve de que mis Lygodactylus picturatus estaban criando fue cuando vi saltando por encima de los terrarios una cosa minúscula que resultó ser una de sus crías. No sólo eso, el segundo pequeñín lo encontramos en el balcón, fuera de la casa, junto a las jaulas de los pájaros. No me había fijado en absoluto en los minúsculos huevos incrustados entre el fondo y la parte superior de la rejilla de plástico.
Meses más tarde, y como nunca pude extraerlos, dejé que los huevos se incubaran y resultó todo un gran éxito, pude capturar varios pequeñines según iban naciendo (después de sellar aún mejor el terrario para evitar fugas) y pasarlos luego a un terrario especial para ellos.


Huevos de L. luteopicturatus colocados en un lugar muy inaccesible. Aunque no se aprecie, en ese escondrijo había 4 huevos. Foto de Gaua.

En las especies que adhieren sus huevos a superficies debemos valorar si podemos extraer los huevos, no despegándolos, porque se romperían irremediablemente, sino por ejemplo, cortando un trozo de la hoja donde estén pegados (en el caso de que estén pegados a una planta) y poniendo ese trozo de hoja a incubar. Si están pegados sobre un cristal, podemos protegerlos con un vasito de plástico con finos orificios de ventilación durante el último periodo de la incubación, para evitar que sus padres los devoren cuando nazcan, algo común en algunas especies.

En las especies que depositan sus huevos, sin adherirlos a ninguna superficie, podemos recogerlos muy fácilmente con delicadeza y ponerlos a incubar en una incubadora, sobre sustrato de vermiculita muy ligeramente húmeda. Necesitan una humedad relativa del aire en torno al 60-80%, pero no deben estar en contacto con el agua.

Huevos de P. laticauda en la axila de una bromelia (Guzmania). No están adheridos, se pueden retirar fácilmente. Foto de Gaua.



Es recomendable mantener los huevos en la misma posición en la que la hembra los dejó una vez están endurecidos para asegurar el correcto desarrollo del embrión. Antes de coger los huevos no adheridos podemos hacerles una pequeña marca con un rotulador indeleble (resistente al agua) para marcar su parte superior.

En las especies que depositan sus huevos dentro de las cañas de bambú, si somos un poco ingeniosos podemos recortar una especie de puerta en la parte inferior justo donde descansarán los huevos sobre el nudo, así podremos sacar fácilmente los huevos aunque la hembra haga la puesta en el fondo del bambú.

Huevos de P. m. grandis en el fondo de un bambú. Con la puertecita podemos acceder a ellos fácilmente. Foto de Gaua.


La temperatura de incubación determina el sexo de las crías, a temperaturas bajas serán predominantente hembras, mientras que a temperaturas más altas serán machos. A una temperatura intermedia habrá igual cantidad de machos que de hembras. Eso es interesante para decidir nosotros en el caso de tener una incubadora, pero para algunas especies, esto es algo también muy importante: P. standingi elige cuidadosamente los lugares de puesta para que la relación de sexos entre sus crías sea 1:1.
En cuanto a la temperatura de incubación no existen reglas fijas, y se han obtenido muy buenos resultados entre 25 y 28ºC.
La oscilacion de temperatura durante la incubación, por ejemplo una leve bajada de temperatura durante la noche, como ocurre si se incuban en un terrario, se ha comprobado que provoca que las crias se muestren mas activas.

Comparación de tamaño entre huevos de P. m. grandis (arriba), P. laticauda (abajo izquierda) y L. luteopicturatus (abajo derecha). En proporción a su tamaño, las especies pequeñas ponen unos huevos enormes. La incubación es en vermiculita levemente húmeda. Foto de Gaua.


Lo cierto es que siempre que se pueda, es recomendable incubar aparte los huevos o cuidar a las crías lejos de sus padres, ya que la mayoría de las especies los verán como una presa. A la primera cría que encontré le faltaba la punta de la cola, sin duda de algún intento de comérselo por parte de los adultos.
Sin embargo, existe una especie de geckos, los grandes Phelsuma standingi, que demuestran un cuidado parental sorprendente. No sólo sus crías recién nacidas estarán totalmente a salvo en su terrario, sino que incluso acuden en su ayuda si oyen su llamada de socorro. Los pequeños standingi tienen una librea juvenil muy característica que inhibe todo instinto predador de los adultos, y no sólo eso, si los capturan por error, una llamada vocal característica a modo de grito de sus crías los hace soltarlos inmediatamente.

P. laticauda angularis salvaje comiendo un pequeño gecko. Muchas de las crías en su hábitat natural son presa de sus propios padres o de otros geckos. Foto de Mila Zinkova.


Eclosión y mantenimiento de las crías

Transcurridos en torno a 40-68 días, según la especie, los huevos eclosionan. Si están en una incubadora, llegó el momento de transladarlos a una guardería o recipiente adecuado hasta que alcancen un tamaño apropiado. El recipiente puede ser un simple bote grande de plástico o cristal, con algo de sustrato o sólo papel de cocina húmedo, y algún trozo de hoja de Sanseviera, bambú o similar. Como tapa colocaremos una malla fina que permita la ventilación y que evite que se escapen sus minúsculas presas. La otra opción más cómoda sería acondicionar un pequeño terrario similar al de sus padres pero con decoración mucho más espartana: sustrato, fondo (opcional) sin agujeros, y tan sólo con dos o tres bambús cerrados como lugar de asolamiento y para trepar. Lo principal es facilitar la localización de las crías, que son muy pequeñas en algunas especies.

Terrario para geckos diurnos babies. Debe estar sellado al máximo y con la mínima decoración posible para facilitar su localización. Foto de Gaua.


Las crías de las especies más pequeñas (algunas apenas miden 2 cm) sólo se pueden alimentar de minúsculos colémbolos y más tarde pasarán a las drosófilas, empezando por la melanogaster, la más pequeña. Las crías de especies un poco mayores pueden ser alimentadas directamente con drosófila melanogaster, colémbolos y microgrillo. Las crías de especies mayores, y que son tan grandes como algunas especies de pequeños geckos adultos, pueden empezar a alimentarse directamente con drosófila hydei y microgrillo.
Podemos empezar a introducir enseguida el DayGecko Food en polvo colocando pequeñas pizquitas sobre el bambú o las superficies, para que ellos se acerquen y laman con la lengua. Según pasen las semanas y los pequeños geckitos aumenten su tamaño y su fuerza, podemos empezar a introducir el potito de frutas, con cuidado, ya que las especies más pequeñas y dellicadas pueden quedarse pegadas en él. Cuando sean lo suficientemente fuertes, pondremos una pequeña gotita a su alcance.
Según vayan aumentando de tamaño, aumentaremos también el tamaño de sus presas.
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Cría de P. m. grandis, con su característica librea a rayas, que le sirve de camuflaje. Foto de Iml.

Los pequeños geckos diurnos necesitan mucha luz, si no, muchos no alcanzarán la hermosa coloración propia de adultos y tendrán colores más apagados. Pulverizaremos un poco su terrario para que beban, a diario, y luego les administraremos su ración adecuada de drosófila o microgrillos espolvoreados previamente con vitaminas y minerales.
A medida que las crías vayan creciendo, iremos aumentando el tamaño de sus terrarios, pero no deben ser demasiado grandes, puesto que les dificultaría la captura del alimento.


ENFERMEDADES DE LOS GECKOS DIURNOS
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A veces nos tendremos que enfrentar a esta triste realidad, que es ver que nuestras pequeñas mascotas no se encuentran en buen estado de salud.
Si son ejemplares capturados, nos encontraremos en muchas ocasiones con ejemplares deshidratados o muy delgados, y por desgracia muchas veces, parasitados por ácaros.

Los ácaros-garrapatas son pequeños parásitos externos de tamaño minúsculo, visibles apenas a simple vista, de color rojizo. Se alimentan chupando la sangre de los geckos y pueden debilitarlos, por eso debemos acabar con ellos cuanto antes. Muchas veces incluso deberemos desinfectar totalmente el terrario para eliminarlos del todo.


L. luteopicturatus parasitado por ácaros. Haz clic en la imagen para verlos con más detalle. Foto de Gaua.


El producto antiácaros que recomiendan es la Ivermectina, haciendo una dilución de 5 mg por cada litro de agua. Yo he utilizado Pulmosan para pájaros, aplicándolo con un hisopo (o bastoncillo de algodón para los oídos) en las zonas con ácaros. Lo más difícil del proceso es sujetar a un minúsculo geckito sin que se nos mueva y sin aplastarlo. Debemos sacarlo del terrario con ayuda mejor de un recipiente, y luego tomar al gecko con las manos. Para inmovilizarlo lo mejor es sujetar con dos dedos su cabeza, como evitando que abra la boca, y así lo mantenemos bien firme sin hacerle daño en órganos internos. También evitamos tocar los ojos. Una vez sujeto, le aplicamos la Ivermectina con un hisopo, incidiendo especialmente en las zonas donde más suelen agarrarse los ácaros: laterales del cuerpo, cuello y entre los dedos de las patas, sin acercarnos a los ojos, boca u hocico.

Modo de sujetar a un pequeño gecko. Con los dos dedos inmovilizamos su mandíbula evitando que escape, dejando libres los ojos. Foto de Gaua.

Una vez sujeto de esta forma, podemos incluso voltearlo para aplicarle el antiácaros con un bastoncillo de algodón. Foto de Gaua.


Después liberamos al pobre geckito mojado sobre el bambú o una rama tibia, es probable que intente lamerse la cara, no así el cuerpo. Al cabo de muy pocos días mudará totalmente su piel y con ella se irán agarrados los ácaros muertos. A diferencia de otras veces, los geckitos no ingerirán su piel, debido al sabor amargo del producto: la dejarán tal cual en el terrario. He probado este producto incluso con las especies de geckos más pequeñas y ha sido muy efectivo, sin efectos para los geckos.

Otras enfermedades que pueden afectar a los geckos es la descalcificación, bien por falta de calcio o vitamina D3 en su dieta, por no recibir la radiación UV necesaria o por momentos en los que necesitan mayor cantidad de calcio: hembras agotadas por la producción de huevos o crías durante la fase de crecimiento.
Algunos de los síntomas más comunes son ablandamiento o deformidades de la mandíbula, mandíbula demasiado corta o desviaciones de la columna vertebral y de la cola.
Para prevenirla aportaremos la cantidad de cantidad de calcio necesaria según la etapa de crecimiento y a las hembras grávidas, también es necesaria la vitamina D3 (incluida en muchos vitamínicos) y en muchas especies, la radiación UV para la correcta asimilación, aunque sea incluso pocos minutos al día.

Por otro lado estaría el problema del sobrepeso, ya que los geckos en cautividad hacen menos ejercicio que los salvajes, y son muy glotones. Si vemos que cuando están boca abajo su cola se dobla hacia abajo es que deberían reducir un poco de peso, ya que la obesidad se manifiesta principalmente en la cola y les pesa más.


Y bueno, ya poco más nos queda contaros para despertar el interés por estos pequeños e interesantes animalitos. Si queréis profundizar sobre algunas especies en concreto podéis buscar más información sobre ellas, para encontrar la que más os guste. Seguro que ninguna os defrauda ...


Los geckos diurnos cada vez son más populares. Foto de Gaua.



BIBLIOGRAFÍA:

Geckos diurnos. Guía de Phelsuma y otros géneros. F. Bruse, M. Meyer, W. Schmidt. Reptilia Ediciones.
FOTOS tomadas del Atlas Dr.Pez y de Wikimedia Commons.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

wooww que lindos gekos!!!
no leí entero el artículo pero vi las fotos. En realidad no me quería entusiasmar :P Ya hay suficiente trabajo y gastos con dos tortugas :).
Pero está realmente maravilloso y muy bien explicado todo.

Cecilia Ramirez

XoKo dijo...

Muy buen articulo, explicado de lujo. Echaba en falta publicaciones como las de kaloula jejeje

Anónimo dijo...

FELICITACIONES!!!!!
que buen trabajo, ademas se ve la dedicacion que conlleva esto y la gran pasion.
me entusiasme, y me quiero hacer mi terrario con los Gonatodes albogularis...les avisare si lo hago.
excelente
salu2
pipe_1438

Pangea dijo...

Madre mía,Gaua,pedazo de artículo!!.Los que tú haces siempre son para quitarse el sombrero,pero cada día te superas más.

El texto muy bien explicado,y la recopilación de fotos es muy buena,y no te digo ya las que tú has hecho... ;)

No tenía ni idea de que hubiera tantos geckos diurnos disponibles para terrario,aunque los williamsi siguen siendo mis favoritos :)

Un saludo

Pangea

Anónimo dijo...

Me encantaria tener un gecko, ya que tengo 14 años y mis padres son alergicos al pelo y...
¡me encantan los animales! me gustaría saber donde comprar uno a buen precio, y si alguien sabe algo que comente, por favor:)
Precioso articulo por cierto!!!

Anónimo dijo...

Esta pagina es la mejor. Me encantan los articulos que ponen.
Gracias a esta pagina me he comprado un gecko de madgascar precioso.
Animo a la gente que se puede permitir este lujo q se compre un gecko son preciosos. :)

Anónimo dijo...

Hola!!!eres criador?? Me da confianza comprarlo a ti gracias

Anónimo dijo...

poedo tener estes geckos todos juntos P. abbotti, P. flavigularis, P. guentheri, P.madagascariensis, P. parkeri, P. rosagularis, P. serraticauda y P. standingi?

Unknown dijo...

hola, tengo un gecko diurno hembra y tengo unos pequeño problemitas.

hace unos dias, dejo de comer con tanta voracidad y ha estado perdiendo un poco los colores, sobre todo en el lomo. hace unos 15 días le salió una bola en el lomo, se ha tornado mas grande y de color mas oscuro. hace 4 días le salieron 2 mas al lado del anterior.
sigue estando muy alerta y vital pero no me esta comiendo bien y me preocupa esas bolas.

les anexo unas fotos.

les agradezco su colaboración que me tiene un poco preocupado.

gracias,

ricardo suárez

Unknown dijo...

Un buen artículo, daden Reptilera te apoya amiga ;). Si quieres un día hablar de temas reptileros no dudes en escribirme a mi canal de YouTube, un beso!